lunes, 17 de junio de 2013

Cestas de mimbre del Merion Club Golf


Este post no sigue los patrones anteriores, sino que se trata de un elemento que en los últimos días me ha llamado la atención y por ese motivo escribo las siguientes líneas para tratar el tema y dar cuatro pinceladas del porque encontramos estos elementos en uno de los mejores torneos de golf mundial.

El Merion Club Golf se caracteriza por tres elementos principales que lo convierte en único: se trata de un campo que es sede del US Open, se trata de un campo terrorífico para los golfistas que se convierte en una lucha entre deportista y campo, pero sobre todo es conocido por las cestas de mimbre que se colocan en los mástiles de cada hoyo, y por tanto no se utilizan las típicas banderas de tela.

Este campo de golf del estado de Pennsylvania fue fundado en 1896 y se trata del campo que más veces ha albergado campeonatos de la USGA, y el actual East Course se inauguró en 1912 fruto del diseño de uno de los miembros de Merion, Hugh Wilson. Se trataba de un jugador de golf del momento que nunca había diseñado antes un campo de este deporte, por este motivo decidió ir a Inglaterra, cuna del golf, para estudiar los diseños británicos. Wilson decidió ampliar su estancia por algún tiempo más, lo que le obligó a cancelar su billete de vuelta en el Titánic...




Pero el elemento principal que caracteriza a Merion es el uso de cestas en lugar de banderas en los diferentes hoyos. Las canastas de mimbre pintadas de color rojo adornan los primeros nueve hoyos, mientras que las naranjas están presentes en los últimos nueve. En cada cesta se encuentra estampado el logo del club, y adicionalmente, es posible encontrarlas, en versiones más pequeñas, en la casa club y en el campo de práctica. No hay unanimidad del cuándo y el donde nacieron estas cestas, eso sí, según los historiadores de la USGA, el campo se inauguró en 1912 con banderas normales. La primera referencia a las cestas aparece en un artículo del "Evening Public Ledger" de Philadelphia del 2 de julio de 1915:


"Las nuevas banderas de Merion han sido bien recibidas, tanto por las grandes estrellas masculinas de esta semana como por las jugadoras que compitieron en la Copa Griscom hace tres semanas. Las banderas normales se ven mal con viento a favor, en cambio estos palos de franjas blancas y negras rematadas con cestas en forma de pera son mucho más visibles. Las cestas de los 9 primeros son rojas y las de los 9 segundos amarillas, y se ven perfectamente desde todas las partes. Esta iniciativa de William Flynn, el jefe de campo de Merion, ha sido todo un éxito".

Por tanto, Merion fue el primer club que adoptó las cestas al otro lado del Atlántico. Pero estas cestas de mimbre se remontan a los orígenes del golf en Escocia. Se tiene constancia que hacía el 1850 ya se utilizaban como banderas cañas flexibles de bambú rematadas por una cesta. En la siguiente acuarela titulada "El búnker del cardenal en Prestwick" de J.Michael Brown.



Como anteriormente se ha citado, será Hugh Wilson y su mano derecha, William Flynn, cuando en 1915 recibieron una patente para un diseño de las famosas cestas de mimbre con el fin de diferenciar a Merion de los campos estadounidenses. Wilson tuvo una gran influencia de sus visitas a los campos de Prestwick, Formby, Troon, Murfield, North Berwick o Saint Andrews, ya que éstos utilizaban banderas de mimbre de diferentes diseños.

Como anécdota, en abril de 1989, el inglés Tony Nickson, historiador de golf, fue a visitar Merion y llevó de regalo una copia del cuadro de Michael Brown titulado "Primer encuentro internacional Escocia-Inglaterra, Club de Golf de Prestwick, 1903". El cuadro muestra a un caddie sosteniendo una bandera de mimbre. Tan fuerte fue la acogida de estos particulares artefactos, que muchos de los clubes de Estados Unidos los emplearon durante la primera parte del siglo XX.


El porqué de su utilización podría ser que Wilson quería hacer de Merion un campo completamente analítico. El diseño del curso, con sus múltiples lugares de salida desalineados, fairways y greens de compensación falsos delanteros sugieren eso. Wilson quería que los golfistas utilizasen todos los sentidos. Hay que recordar que el trapo típico de la bandera indica la dirección y la fuerza del viento.

martes, 11 de junio de 2013

Los pozos de hielo de Can Gurri en Lliça de Vall


Un pozo de hielo, también llamados y conocidos como nevera, casa de nieve, pozo de nieve o pova, es aquella construcción realizada a base de agujeros en la tierra de las montañas o zonas donde nieva durante el invierno. Estos hoyos se realizan con el propósito de llenarlos de nieve y hielo después de las nevadas, para disponer durante el resto del año. Generalmente estos pozos son circulares. La parte superior se cerraba con una cubierta en forma de vuelta que tenía unos orificios para permitir la introducción y la extracción de la nieve o del hielo. (En la foto la poua de la Torrassa dels Moros)


Se ha de decir, que antes de la existencia de fábricas de hielo, el almacenaje y distribución de hielo llegó a ser un negocio importante que involucraba una parte significativa de la población rural. Se encuentran ejemplos a lo largo de todo el Mediterráneo oriental, sobresaliendo algunas zonas de Cataluña, de Valencia y las Islas Baleares.

La actividad de estas construcciones artificiales es conocida desde la época de los romanos, aunque su gran auge tuvo lugar durante los siglos XVI y XIX, y han sido utilizadas hasta mediados del siglo XX. Hay que decir que en la antigüedad clásica, los médicos de la época ya prescribían la utilización del frio con finalidades medicinales. Este uso fue ganando fuerza con el Renacimiento, y la primera obra monográfica europea sobre este tema fue el "Tractado de la nieve y del uso della" del médico valenciano Francisco Franco en 1569. Los usos terapéuticos más comunes del hielo son: rebajar la temperatura en los procesos febriles, como calmante de congestiones cerebrales y particularmente en la meningitis, detener hemorragias y como antiinflamatorio en los diferentes traumatismos, esguinces o fracturas.


Producción del hielo (imagen: pintura de "Els nevaters de la Massanella" de Jaume Nadal de 1750, recogiendo el hielo de la serralada de Tramuntana a Mallorca)

El trabajo en estos pozos de hielo comenzaban cuando llegaba la primavera, después de las últimas nevadas. Cortaban la nieve con palas y las llevaban a los pozos, donde la prensaban para convertirla en hielo. Posteriormente se cubría los bloques con tierra, hojas, paja o ramas formando capas con un grosos homogéneo.
Ya una vez llegado el verano, se cortaban los bloques de hielo y éstos eran transportados a lomos de animales de tiro, tales como caballos, durante la noche, para evitar que se fundiesen hasta los puertos marítimos o núcleos urbanos más cercanos, lugar donde serian comercializados.

Pous de glaç (pozos de hielo) de Can Gurri, Lliça de Vall (Barcelona)



El elemento principal de esta zona del Vallès Oriental (comarca de Barcelona en Cataluña) es la riera del Tenes, ya que se trata de un rio con más de 39 kilómetros de longitud y se trata de uno de los principales cursos de agua del Besós y sus aledaños. El Tenes transcurre por paisajes muy diferenciados, ya que en el norte sobresale lo abrupto y forestal, en el tramo central encontramos las zonas planas agrícolas, y en el tramo más bajo se trata de un entorno fuertemente urbanizado e industrializado (éste es el caso del municipio de Lliça de Vall). Estas aguas del Tenes han sido históricamente aprovechadas para el uso de la agricultura, para poder llevar y utilizar molinos y también para la producción de hielo.

Esto nos lleva al término municipal de Lliça de Vall, en el cual se documentan históricamente tres pozos de hielo, el pozo de Can Coll y los dos pozos de Can Gurri. Estos pozos se encuentran situados entre el rio Tenes y el antiguo camino de Lliça a Parets del Vallès. Muy cerca se localiza la casa/masia pairal de Can Gurri,

Los pozos de Can Gurri se documentan ya en funcionamiento el año 1765. Diez años después se amplió el conjunto con la construcción de dos balsas más, señal que la producción era muy importante. Los trabajadores, procedentes de diferentes pueblos del Vallès, se quedaban en la masia de Can Gurri.

A finales del siglo XX, los pozos de hielo comenzaron a entrar en decadencia por la competencia de las fábricas industriales, hasta que llegó el momento del cierre, y este también fue el caso de estos pozos de Lliça y por tanto el final de su vida activa.






martes, 4 de junio de 2013

La vida cotidiana en "La España Musulmana": la alimentación


Dentro de la sociedad en este época hay que diferenciar entre los diferentes estamentos que se encontraba dividida esta España de siglos pasados. Tanto es así que vemos como la escaña y el mijo constituían la base de la alimentación de los campesinos y de los pobres. El pescado en cambio era más propio de la alimentación de las clases bajas (sobre todo las que vivían en poblaciones costeras). Los pescados que más se consumían eran el atún y la sardina. En lo que se refiere a las carnes más apreciadas encontramos las de cordero, conejo, gallina, perdiz, paloma torcaz, pichón, aunque, eso sí, la gente humilde de esta sociedad sobresalía con el consumo de despojos: riñones, hígado, patas o sesos.

Una de las festividades principales dentro de la sociedad andalusí/musulmana era la Fiesta del Sacrificio, y en este caso los estamentos más bajos ahorraban para poder llevar a cabo el sacrificio de un cordero. Eso sí, en la alimentación tenía un papel importante la utilización de los frutos secos, ya que eran muy habituales y acompañaban a menudo los guisos de carne, sobresaliendo las almendras, nueces, piñones y ciruelas negras.

En al-Ándalus se escribieron tratados de cocina en los que se recoge una rica variedad de platos. Eran platos asociados sobre todo a un ambiente cortesano. Estos tratados culinarios muestran una preocupación por la dietética.

El músico iraquí Ziryab fue quién empezó a mostrar en época del emir omeya Abd al-Rahmán II una mayor sofisticación tanto en la preparación como en la presentación de los platos: uso de manteles y finos cristales, un orden que empezaba por las sopas, seguía con las carnes y el pescado, luego los dulces y frutas dulces y confitadas, terminando con el té y los sorbetes. También introdujo un plato que llevó su nombre, y que actualmente aún se puede degustar, consistente en un guiso de gallina, adobada en escabeche y condimentada con cilantro, pimiento, canela y azafrán, acompañado de una salsa hecha con agua de rosas, azúcar y almendras molidas.


Entre los dulces destacaba las almojábanas (buñuelos hechos de masa de harina, levadura, leche y mantequilla, con un relleno de queso fresco) y el alfajor (masa hecha de miel, almendras, canela, anís, clavo, cilantro, ajonjolí, harina fina y azúcar).


La religión musulmana prohíbe el consumo de vino, pero esta prohibición no siempre fue acatada. Se ha descubierto que se producía vino en al-Ándalus para consumo de los cristianos, pero también lo consumían algunos musulmanes. Las fiestas eran ocasiones reservadas para el consumo de comidas consideradas especiales, entre las cuales se encontraban, sobre todo, los dulces. Los buñuelos de queso o almojábanas de Jerez eran especialmente reputados. Otros momentos extraordinarios propicios para la celebración de banquetes eran las bodas, el nacimiento de un vástago, la circuncisión, el final de la construcción de una casa, el retorno del viajero y el banquete fúnebre.